La congestión que irrita cada mañana a miles de conductores en los accesos de Barcelona es una situación que se repite en la mayoría de grandes ciudades occidentales, en mayor o menor medida. Lo mismo pasa con la proliferación de patinetes por las aceras, que tampoco es una cuestión exclusiva de la capital catalana.Siete minutos para estar al día. Y todo el tiempo que quieras para saber más. No te pierdas Las claves del día en tu mail cada mañana
Aún así, quizás por las pasiones que levanta este debate en la ciudad, el Smart City Expo World Congress se ha convertido en el ágora perfecta para debatir alrededor del amplio concepto de la movilidad en un ámbito de ciudades más global. Dicha cuestión ha pasado a ser el eje central de un salón que ha recuperado la presencialidad desde este martes y hasta el jueves con un éxito de convocatoria que incluso supera las previsiones.
El diagnóstico es compartido por alcaldes de medio mundo pero no existe una receta mágica como solución. Aún así, un ingrediente básico evidente es la necesidad de apostar por un transporte público competitivo y atractivo, tal y como se repitió una y otra vez en las numerosas mesas redondas de la edición piloto del Tomorrow Mobility World Congress, el hermano pequeño del salón Smart City que se ha estrenado este año para dar cabida a un sector con cada vez más empresas implicadas. El laboratorio europeo EIT Urban Mobility, con sede en Barcelona, se ha implicado de lleno en la organización junto a Fira de Barcelona. Por momentos, da la sensación de que todas las empresas presentes en el salón este año tengan algo que ver con el transporte urbano de manera más o menos directa.
Mucho antes se verán los nuevos carros de Correos ideados por la empresa de carretillas VILA y MOOEVO. Ignacio Estellés y unos compañeros crearon la empresa para ayudar a un amigo recién operado de la cadera que debía mover a su hija en silla de ruedas. Ahora aspiran a revolucionar el día a día de los trabajadores de Correos. “El reparto de cartas es igual desde hace un siglo y eso se nota en que un 11% de la plantilla, de media, está de baja por lesión”, valora Josep Vila, que ha unido la plataforma del carro amarillo de toda la vida con un hooverboard (un vehículo de movilidad personal de muy pequeñas dimensiones), de manera que facilita el trabajo de los repartidores y lo hace más cómodo.