Cómo mejorar las ciudades con movilidad sostenible

La movilidad sostenible eficiente es uno de los retos más urgentes que hoy debemos afrontar para las grandes ciudades. Este término viene a definir uns modelos de movilidad cuyos objetivo son minimizar el impacto que tienen sobre éstas, y también sobre el medioambiente para proteger la salud del planeta y, a la vez, velar por el bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos.

Consumo local, 0 km, reducción y reutilización de residuos… Cada vez está más claro que el futuro pasa por una mayor apuesta por la sostenibilidad en todos los ámbitos de nuestra vida. Y eso sin duda incluye la movilidad, urbana y de larga distancia.

La movilidad sostenible, también conocida como ecomovilidad, se define como “movilidad eficiente, segura, justa, saludable, participativa y competitiva” según el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS). Su objetivo principal es realizar viajes que no generen un impacto negativo en el entorno que lo rodea. Esto no solo beneficia al medio ambiente, sino que también puede mejorar nuestra calidad de vida mediante el uso de diferentes tecnologías amigables con el medio ambiente y recursos locales.

Algunos ejemplos cotidianos de movilidad sostenible son cuestiones como cómo lograr que el transporte sea no contaminante, utilice energías renovables y se adapte a las necesidades físicas de todos, y desarrollar un sistema de transporte interurbano eficiente, saludable y sostenible. Otros ejemplos más concretos consisten en autorizar bicicletas y patinetes plegables en el transporte público; y fomentar el uso de estas formas de movilidad frente a otras más contaminantes como el coche, mediante la habilitación de carriles bus por toda la ciudad, entre otras medidas.

Aunque este tipo de movilidad todavía se menciona como un objetivo, ya está presente en varias ciudades del mundo. Esto se debe a sus múltiples beneficios:

• Contribuye a la salud y la mejora al reducir las partículas nocivas en el aire.
• Se reducen los atascos y el estrés y se aumenta la eficiencia del viaje.
• Se reducen los índices de contaminación acústica y por tanto el ruido.
• Realiza menos explotación petrolera, lo que representa un riesgo para el medio ambiente.

Sin embargo, el principal objetivo de la movilidad sostenible es reducir las emisiones de CO2 generadas por los medios de transporte convencionales. En la Unión Europea, el transporte representa el 30% de estas emisiones, el 72% de las cuales provienen del transporte por carretera. Los automóviles son el principal contaminante.